¿QUÉ ES UN OLOR?

 Un olor se define como la sensación resultante de la recepción de un estimulo por el sistema sensorial olfativo.  Las cuatro propiedades fundamentales de los olores son la ConcentraciónIntensidadCarácter y Tono Hedónico. El efecto combinado de estas propiedades está relacionado con el grado de molestia (o placer) que pueden causar los olores.

  • Concentración.

La concentración es el número de unidades de olor europeas por metro cúbico en condiciones normales. Se mide en unidades de olor europeas y su símbolo es fue.

La concentración de olor es una unidad que se calcula a partir del número de veces que hay que diluir un gas para que pueda ser detectado por un grupo de personas seleccionadas o panel. Lo que se calcula es la media geométrica de los umbrales de olor individuales de cada panelista.

 

  • Umbral de olor: Es la cantidad de veces que se tiene que diluir una muestra de olor para determinar a partir de que disolución es esa muestra olida por el panel o personas determinadas.

Si disuelves la muestra en 10.000 y esta no es olida, la tienes que seguir disolviendo en menos proporción y hasta que llegues a la disolución en la que es olida por primera vez.  SI se huele en una disolución de 30, diremos que la concentración de olor inicial es de 30 OU.  Esto mismo se hace con los otros panelistas y se saca la media geométrica.

 

  • Intensidad de un olor.

La intensidad de olor sin embargo da un grado de en qué medida un olor es molesto o, dicho de otra manera, la intensidad de un olor es la fuerza con la que se percibe la sensación de olor.

La intensidad del olor, está directamente relacionada con la capacidad de cada persona y su propio nivel máximo de olor. Así pues y suponiendo que hablamos de una habitación de 20 m2 en la que hay 100 cuerpos de ratas muertas y en descomposición, si para una persona el máximo nivel de mal olor está en 4 ratas muertas y para otra el máximo está en 3, quiere decir que para ambas personas el que haya 100 ratas muertas, no huele peor que si hay 4 para una persona y 3 para la otra.

 

  • Carácter.

El carácter de un olor es aquella propiedad que identifica un olor y lo diferencia de otros olores con la misma intensidad. El olor se define por el grado de similitud a un conjunto de olores de referencia.

  • Tono Hedónico.

El tono hedónico es la propiedad de un olor relativa a su agrado o desagrado, es decir es un juicio de categoría del placer o no-placer relativo del olor. Este dato, dependerá de las experiencias vividas por cada una de las personas que forman el panel y se tendrá que volver a sacar la media geográfica ya que cada persona tendrá su propio tono hedónico.

 

Hasta aquí, hemos visto la teoría relacionada con lo que es y lo que comporta un olor ya sea bueno o malo. A partir de ahora hablaremos de olor en el negocio de la eliminación de olor y veremos que, en ocasiones, varía mucho con respecto a la teoría del olor que hemos visto en los puntos anteriores debido a que, en este negocio de eliminación de olor, la contextualización particular de un olor, determinará si es un olor a eliminar o no independientemente de que sea un buen o mal olor.

El olfato como sentido, fue desarrollado en los orígenes del ser humano para poder detectar todos aquellos productos o situaciones peligrosas, contaminantes y constituía el único sistema para avisarnos de un peligro acechante ya sea el olor a humo por fuego o el olor a podredumbre por carne en mal estado.  El olfato era nuestro sistema de alerta o defensa frente a peligros.

Si nos fijamos, un mal olor siempre va relacionado a algo negativo o perjudicial para el hombre y por esta razón el ser humano desarrollo durante miles de años el olfato, siendo este especialista en detectar los malos olores con muy poca concentración o lo que es lo mismo, detecta los malos olores con muy pocas moléculas ya que nuestro olfato se acostumbró a la necesidad de detectar estos malos olores.  Humo, carne podrida, pescado en mal estado, cianuro, ácidos grasos, materia orgánica en descomposición….

Si bien para detectar un buen olor, necesitamos x moléculas olorosas, se calcula que, para detectar un muy mal olor, nos basta con menos de una milésima parte.

Un mal olor se presenta en muy pocas moléculas olorosas y de ahí su relación con la toxicidad. Detectamos muy rápido y con pocas moléculas los malos olores pq llevan consigo gases tóxicos o materia toxica para nuestro organismo. El cianuro, por ejemplo, tiene un desagradable olor a almendra amarga y en mal estado, es muy fácilmente detectable por nuestro olfato. El cianuro (acido cianhídrico) es mortal para el ser humano en 300 ppm y nuestro olfato lo detecta a menos concentración de la mortal precisamente para avisarnos del peligro.

El ser humano no percibe como mal olor el olor a manzana, pera, salsicha…. pero, sí que percibimos como mal olor el olor a manzana, pera o salsichas si estos están en proceso de descomposición lo que supone un mal estado para la ingesta del ser humano.

Desde Neutral Odors, hemos analizado la composición química de todos los gases que provocan un mal olor. Así pues, el olor a orín tiene diferente composición química que el olor a fecal, pero, además, tanto el olor a orín como el olor a fecal tienen diferente composición química según los alimentos ingeridos y la forma en que hayan sido digeridos y metabolizados por cada persona. No obstante, el 95% de los gases que emite el orín o la materia fecal, son exactamente igual con independencia de lo que se haya ingerido o como se hayan metabolizado.

Hemos analizado las diferentes composiciones químicas de olores como el del humo, Sudores, Vómitos, descomposición de carnes y pescados, basura fresca, basura liquida, fermentación de alcoholes, ácidos grasos, amoniacales, mercaptanos, tioles …. Y así con la totalidad de los olores que se consideran malos olores para los seres humanos para así poder trabajar en la elaboración de moléculas que deben reaccionar con las mal olientes dando como resultado una tercera molécula que no huela o sea inodora.

EJEMPLO: sabemos que el olor a vomito es uno de los olores mas indeseables para el ser humano y que incluso es fácil que cuando un humano lo respira, provoque en el propio ser humano ganas de vomitar. Esto a un perro no le sucede ya que para un perro el olor a vomito no es un olor repulsivo.

De los cientos de gases que emanan del vomito, solo es uno el que nos provoca tal repulsión y este es el acido butírico. Tras muchos estudios y pruebas, descubrimos que al entrar en contacto moléculas de ácido butírico con moléculas de bicarbonato de sodio, reaccionaban químicamente y generaban una tercera molécula que es el butirato sódico, teniendo esta como particularidad, que es inodora.  

En Neutral Odors, disponemos de 364 formulas o anti-olores para 364 fórmulas que los humanos detectamos como malos olores, aunque, en la práctica y mediante a la combinación de todas estas fórmulas, hemos podido agrupar en 4 formulas tipo, todas esas combinaciones que nos sirven para eliminar el 96% de los malos olores comunes o habituales en la vida del ser humano.

Para poder entender el proceso de eliminación de olor en aire, debemos tener presente muchos aspectos y un importante es la cantidad de mal olor o fuerza de mal olor que el ser humano es capaz de reconocer.

El umbral de olor de un odorante y como hemos visto con anterioridad, es la concentración necesaria de un olor para que pueda ser detectado por el olfato humano. EL umbral de olor de un contaminante es mucho menor que el de un buen olor precisamente por el fin defensivo y de alerta del ser humano frente a los malos olores y a la toxicidad que ellos conllevan.

El negocio de la ELIMINACIÓN DE OLOR no se basa en la eliminación de malos olores, sino en la eliminación de olores molestos o Olores no deseados.  Un mal olor o un buen olor, puede ser o no molesto según su contextualización:

  • Ejemplo 1 – Mal olor – no molesto

El olor a purín en una granja de cerdos, a priori es un mal olor pues es un olor desagradable para las personas pero que en una granja de cerdos no supone un mal olor ya que es el olor propio de la granja. Este mismo olor, se convierte en un olor mal olor si se detecta en un restaurante cercano o en la población vecina.  Es decir, un olor es un mal olor a eliminar según el contexto en el que se encuentre.

  • Ejemplo 2 – buen olor – molesto

Un estupendo olor a estofado de ternera, A priori es un buen olor ya que es un olor que suele gustar a las personas, es un buen olor en su contexto adecuado como puede ser la cocina o el restaurante ya que nuestro cerebro lo considerará como un estímulo positivo, pero, ¿podemos decir que ese fantástico olor a estofado es siempre un buen olor? La respuesta es no ya que, si contextualizamos este olor a estofado dentro del teatro del liceo de Barcelona por las salas de exposición del museo Guggenheim, entenderemos que es un olor molesto y por lo tanto un mal olor que debe ser eliminado.